Historia de Catedral Nuestra Señora del Rosario - Arquidioscesis de Paraná - Horarios de Misas
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Horarios de Misas

Catedral Nuestra Señora del Rosario

Catedral Nuestra Señora del Rosario

En 1859 una Bula Papal otorgó a Paraná el rango episcopal. Por eso, se tomó la decisión para la construcción de una nueva iglesia matriz.

Historia

En 1859 una Bula Papal otorgó a Paraná el rango episcopal, pero la ciudad carecía aún de una nueva catedral. Durante el obispado de Monseñor Gelabert se tomó la firme decisión y se dieron las condiciones para la construcción de una nueva iglesia matriz. En 1882 se eligió al arquitecto Juan Bautista Arnaldi (1841-1915) para la ejecución del proyecto. La piedra fundamental fue colocada el primer día de 1883, siendo éste el quinto templo que se levantaría en este solar.

Arquitectura

El edificio de dimensiones monumentales se resuelve mediante una planta basilical de 38 metros de frente por 75 metros de fondo, donde se inscribe una cruz latina. Cuenta con una nave central que remata en forma semicircular en el presbiterio, y dos naves laterales, separadas de aquella por una sucesión de 16 columnas de mármol de carrara agrupadas de a par. El templo totaliza 92 columnas, el resto de ellas se materializan en mampostería terminadas con un estucado similar al mármol de carrara, armonizando el conjunto. Todas las columnas son terminadas con capiteles compuestos, una combinación de corintio, dos hileras de hojas de acanto, y jónicos, las volutas en las esquinas. La nave central de gran espacialidad está cubierta por un cielorraso suspendido que marca un leve perfil ojival, en contraste con los elementos de carácter greco-romanos como los arcos de medio punto presentes en el resto de la obra. Las naves laterales en tanto se cubren con cielorrasos más bajos trabajados con delicados casetonados que permiten a mitad de su trayecto el ingreso de luz natural a través de claraboyas. El interior en sí está equilibradamente decorado, contribuyendo el blanco de sus muros y cielorrasos a dar una mayor sensación de amplitud. El crucero es coronado por una gran cúpula con tambor que se apoya en cuatro arcos sobre pechinas. De forma semiesférica, el interior de la cúpula es iluminado por una linterna, mientras su exterior es tratado con una serie de nervaduras no estructurales que acompañan su forma y revestida (al igual que los cupulines que rematan la linterna y las torres) con mosaicos de color turquesa que otorgan al conjunto una distinción particular. La altura total llega a los 50 metros. La fachada se resuelve mediante un gran tímpano soportado por seis grandes y macizas columnas circulares con capiteles compuestos, generando una piel detrás de la cual se produce una loggia como transición entre el exterior y el interior. A ambos lados se yenguen esbeltas y elegantes torres.

Escultura de San Pedro

Escultura de San Pedro

En 1895 se encomendó al escultor Doménico Di Carli (1829-1912) construir una gigantesca obra de San Pedro. Durante 1896 y 1897 fue realizada en los talleres de él.

Está ubicada en el atrio de la catedral, es de mármol de carrara, proveniente de Génova, Italia. Tiene 4 metros de altura y su base es de 1,50 metros. Representa los atributos del Papa: tiene la tiara papal, la capa pluvial, el manto, las llaves del Reino en su mano izquierda, y su mano derecha levantada en actitud de bendecir. Representa el poder de atar y desatar, y de cuidar de la Iglesia y su gobierno.

Los Capiteles

Capitel: es el elemento arquitectónico que se dispone en el extremo superior de la columna, pilar o pilastra. Los capiteles de nuestra catedral son compuestos, tienen una combinación de corintio, dos hileras de hojas de acanto, y jónicos, con volutas en las esquinas. Además, agregan en el centro un querubín alado. Fueron fabricados por maestros artesanos de Paraná, como la yesería de Gilardoni.

Atrio

La catedral de Paraná es un icono referencial del etnocentrismo, Dios es el centro del universo. Además, es una obra creada en función de las personas y de sus actividades, un lugar de reunión, de acogida. En torno a ella creció Paraná, imponiéndose en la ciudad con sus dimensiones, majestuosidad, y su escalinata de mármol. En su frente hay un amplio atrio que conecta con la plaza. En él, han acontecido grandes celebraciones civiles y religiosas. Entre las cuales podemos mencionar las relacionadas con la diócesis que reúne a fieles de diferentes parroquias para acrecentar el sentido de la comunidad viva.

Ventanas

Sus rosetones, las ventanas circulares caladas en su frente, son otro recurso de ornamentación que utiliza Arnaldi en la Catedral de la ciudad de Rosario y en Nuestra Señora de Guadalupe en Santa Fe. Reciben el nombre de lóbulos, en este caso cuadrilóbulos, proveniente de “Óculos” que significa ojo. En arquitectura se la utiliza para vanos redondos u ovalados. En este caso, están formados por cuatro que juntos hacen un vano decorativo, también con vitrales.

Torres

Decimos que las torres son de estilo barroco por el tratamiento en el movimiento de los muros, o sea entrantes y salientes. La disposición de las columnas o pilastras, le dan esa característica. Se mezclan las líneas rectas y las líneas curvas. Sin embargo, vemos con qué elegancia y calidad se produce la elevación de éstas. Ambas torres de nuestra Catedral están trabajadas con un dominio de los llenos y vacíos, realmente maravillosos. Aquí se dan los conceptos de pesantez y liviandad.

El basamento es la parte que desde el piso se eleva hasta el frontis. Está tratado con “buñas”, también llamado almohadillado que viene a representar la piedra con que se hacían los palacios renacentistas y barrocos, como concepto estético de pesantez. Se trata de un aspecto del muro cuya cara vista se labra rehundiendo las juntas que forman la piedra.

Entre las molduras del frontis y las primeras columnas aparece un tratamiento más liviano que el anterior resuelto con un juego de bajos relieves moldurado. El resto del muro es liso con dos aberturas del renacimiento, las mismas de la fachada que, en este caso, el arquitecto las utiliza para iluminar las escaleras a las torres.

En la torre de la izquierda se ubica el campanario. Una campana es la de los canónigos, que perteneció a la primera catedral, y fue fundida en 1866 por orden del segundo Obispo, José María Gelabert y Crespo, con metales preciosos que el pueblo de Paraná depositó en un crisol que se encontraba en el patio del Obispado. La Curia ocupaba la ex residencia del General Urquiza, en el solar donde hoy se encuentra el edificio del Correo Argentino.

Cuando Juan Pablo II visitó Paraná se hizo una campana especialmente para la ocasión con la inscripción de la leyenda: “Yo haré derivar hacia ella como un río la paz”, porque Juan Pablo II, nos traía a sus hijos de Argentina un Mensaje de Paz. Hoy ésta resuena en la torre de nuestra Catedral.

El Cristo Redentor de la Catedral

El Cristo Redentor se consagra a la ciudad de Paraná un 6 de marzo de 1901. Obra de arte de Doménico Di Carli, escultor genovés.

Cúpula

La cúpula de la catedral tiene 11 metros de diámetro y una altura total de 54 metros, desde el nivel del piso. Por su tratamiento exterior es de estilo renacentista. Así lo demuestran las nervaduras que forman gajos, el basamento rodeado de columnas, los vitrales con vanos de arcos de medio punto, y el tratamiento de la linterna, de donde proviene la luz natural. El tambor central forma un ámbito especial dentro del templo. Dos pisos de vitrales llevan la luz de colores, acompañan el sentido espiritual de los fieles, y su conexión con Dios.

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